Lo que pareciera un matrimonio maduro, llega a los confines de un extremo insano gracias a la ira.

Antes de terminar como un cadáver descuartizado, y en algún lugar desolado, el espíritu de la muerte apuesta por reclamar el amor de la misma manera en que le arrebataron la vida, y así, convertirse en la perpetuidad, aunque no precisamente ser perpetuo en el mundo real.

En una habilidosa narrativa y técnica de montaje aparentemente “sobria”, así como las metáforas visuales ejecutadas en la caracterización de los personajes, se pone de manifiesto cómo una historia filmada en una extensión tan breve, es capaz de exponer temas sumamente extensos como el amor, la violencia y la muerte. El vox pópuli, promete que el matrimonio es la permanencia de la unión hasta que la muerte los separe, pero ¿será la muerte realmente el límite de la vida, sobre todo cuando se trata de venganza?
Un gran y pequeño cortometraje de terror sobre el odio, y sobre un no-amor que está muerto desde lo más profundo de las entrañas. Hay que recordar que lo opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia.
FICHA TÉCNICA
Título original: Dead
Año: 2022
Duración: 5:38 min.
País: Polonia
Dirección: Bartosz Inglot
Análisis y reseña por Monica Blumen